La visión… Así empieza: con el ojo embrionario. Así puede: con la córnea, el cristalino, la retina y el nervio óptico. Así se protege: con el epitelio pigmentario y la esclera.

Parafraseando a JLB, en el Sur de América están conspirando para entender la falta de visión…

“Se trata de hombres de diversas estirpes, que profesan diversos pensamientos pero hablan un solo idioma, el oftalmológico”.

“Han resuelto olvidar sus rencores, como una necesidad primordial para poder ver las diferencias entre las personas”.

Dice José Saramago: “Se iluminó el disco amarillo… En el indicador del paso de peatones apareció la silueta del hombre verde. La gente empezó a cruzar la calle… Los conductores, impacientes, con el pie en el pedal del embrague, mantenían los coches en tensión…

Al fin encendió la señal… enseguida se advirtió que no todos habían arrancado. El primero de la fila de en medio está parado…

Tendrá un problema mecánico, del acelerador, caja de velocidad, bloqueo de frenos,  circuito eléctrico, sin gasolina.

El nuevo grupo de peatones… ve al conductor inmovilizado, braceando tras el parabrisas.

Algunos conductores han saltado ya la calzada a empujar el vehículo… Golpean impacientemente los vidrios cerrados.

El hombre que está adentro vuelve hacia ellos la cabeza... se ve que grita algo… Al fin alguien logra abrir la puerta…:Estoy ciego … Sigue”.

COMENTARIO

Las alteraciones de la membrana de Bruch pueden identificarse por tomografía de coherencia óptica. Dicen que había entrado en guardia y después del OCT se vio algo predicho, pero morfológicamente asegurado por la pixelometría. Figura 1

A partir de la membrana de Bruch todo se desarmó, con la ayuda de la elastosis preexistente y la coexistencia de trastornos vasculares previos.

Nada puede ser más lentamente disruptivo que la permeabilidad patológica entre las diferentes vasculaturas.

Desde el puno de vista filogenético, y a forma de resumen, el primer paso en la evolución de la retina se relaciona con la posibilidad de distinguir entre luminosidad y oscuridad, fenómeno para el que fue necesaria la aparición de células capaces de detectar tales cambios en el entorno del animal. Ahí está casi todo.

A medida que evolucionan las especies adquieren otras capacidades: distinguir movimientos, mejor la definición de los objetos y discriminar los colores.

El color hace a la visión, aunque más no sea incompleta. En la morfología, el color también es el signo básico para el cambio de la definición de las estructuras. Hay un lenguaje del color.

Como le ocurrió al personaje de Saramago, la bruma de la ciudad comenzó a acreditarse de triste acaso con frío pasivo de ilusión, con la llegada de la noche invernal, litigante de miseria y especulaciones hasta con remembranzas urbanas aturdidas y silenciadas por la soledad de la ceguera.

Pero es necesario recordar que se observó el entrelazamiento cuántico en los cromóforos de ciertas proteínas fotosensibles similares a la clorofila.

Los petirrojos (gorriones de variantes americanas) pueden mantener un entrelazamiento cuántico en sus ojos durante 20 microsegundos, tanto como los laboratorios de física más avanzados.”

Vedral publicó en Physical Review Letters un efecto cuántico en la brújula magnética de las aves migratorias, particularmente en el petirrojo (Erithacus rubecula).

Esto se relaciona con las publicaciones acerca de física cuántica y visión (biopsia óptica digital, pixelometría, pixelografía y pixeloarquitectura).

Incluso existen afecciones que entorpecen la mirada, propias o frecuentes en países de Latinoamerica, relacionadas, en parte, con la situación económica (pobreza) y otros factores (“descuido”). Entre las retinopatías más frecuentes se incluyen: toxosplasmosis, toxocariasis, oncocercosis, enfermedad de Chagas-Mazza, paludismo, Zica, leishmaniasis, fiebre chikungunia, dengue, fiebre amarilla, picaduras de serpientes y virosis en general. Las lesiones retinales pueden acompañarse de enfermedades infecciosas, tumores o enfermedades inmunológicas.

Siempre la mirada nos está diciendo algo. Desde la simple fiebre a un tóxico se refleja en la mirada.

La mirada no es solamente la visión y la retina sería demasiado fácil para algo tan expresivo.

Incluye al estado del alma, las funciones orgánicas y el pensamiento en su totalidad.

Como último comentario, se encuentra la ineludible presencia de la poesía en la ceguera, algunos dulcemente pintados por la literatura:

En ello, todos los escritores latinoamericanos fueron muy ecuánimes en sus descripciones… Vaya algo de lo elegido:

“Aunque cegué de mirarte, ¿Qué importa cegar o ver?, si gozos que son del alma, también un ciego los ve?”. Belleza escrita por la “Décima musa: Sor Juana Inés de la Cruz”, desdramatizando como verdadero canto a la adversidad.

BIBLIOGRAFÍA

1. Borges JL. Los conjurados. 1ª Ed. Buenos Aires: Emece Ed.
2. Gallardo JC, Sepag AM. Mas allá de la mirada. 1ª ed. Grupo Editor LatinoAmericano, 2001.
3. Saramago J. Ensayo sobre la ceguera. 1ª ed.  Alfaguara, 2015.
4. Zarate JO. El Pixel. 1ª ed. Universidad Maimónides. REUP, 2016.

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