Este ejemplar que está usted leyendo, estimado colega, es el número uno del volumen cincuenta de Patología. Revista Latinoamericana. Por razones difíciles de dilucidar los números redondos como diez, cincuenta, ochenta, etcétera, nos llevan a celebrar de manera significativa esos aniversarios; difícilmente festejaríamos de manera distintiva, por ejemplo, un séptimo, un vigésimo tercero o un quincuagésimo sexto aniversario de algo o alguien. Pero sin duda, cumplir cincuenta años de publicación ininterrumpida de una revista científica en nuestro medio, es un logro digno de celebración o conmemoración.

Conmemorar es traer a la memoria, recordar; por lo tanto, habremos de rememorar los inicios y vicisitudes por los que esta Revista ha pasado. Lo primero que viene a la memoria es que la Revista es el resultado del esfuerzo de un sinnúmero de patólogos latinoamericanos preocupados por compartir el conocimiento generado en cada una de las áreas donde desarrollan su quehacer cotidiano.

En 1957 se publicó el primer número de la Revista Latinoamericana de Anatomía Patológica como órgano de la Sociedad Latinoamericana de Patología. En la presentación que se reproduce más adelante, se señala que nuestra Revista nace por acuerdo tomado en el Primer Congreso de Anatomía Patológica celebrado en la Ciudad de México en diciembre de 1955. También en esta presentación se señala que “viene a continuar el camino iniciado por su digna predecesora, la Revista Sudamericana de Morfología”, misma que fue impulsada por los doctores Bianchi, Amorim y Herzog. En este primer número colaboran diversos patólogos del continente con trabajos de parasitosis, tumores, series de casos y una selección de los trabajos presentados en esa primera reunión de la SLAP; páginas más adelante también reproducimos el contenido de ese primer número, así como una explicación del símbolo que distingue a nuestra SLAP.

Otro antecedente de nuestra Revista es el Boletín de la Asociación Mexicana de Patólogos que venía publicándose periódicamente de manera ininterrumpida desde 1961; en el Editorial de este número, que también se reproduce más adelante, así como el índice, se da cuenta de su creación. En números subsecuentes los Doctores Luis Benítez Bribiesca, Eduardo López Corella y Arturo Ángeles Ángeles, nos platicarán de la evolución y consolidación de nuestra Revista a la que en 1984 se le agrega el título de Revista Latinoamericana. En ese número el Dr. Ruy Pérez Tamayo señala en el Editorial:

...Debemos renovar esfuerzos para no sólo evitar que PATOLOGÍA desaparezca, sino para que recupere la categoría internacional que puede y debe tener. Se trata de nuestra voz, la de los patólogos latinoamericanos, la única que tenemos para participar en el progreso de nuestra especialidad a nivel mundial, la única que tenemos para comunicarnos unos con otros, a través de las grandes distancias que nos separan y que cada vez se hacen más difíciles de saltar. Ante el peligro de aislarnos, de perder el contacto latinoamericano, debemos cerrar filas detrás de nuestra revista PATOLOGÍA y apoyarla con todas nuestras fuerzas, Estas líneas son una invitación a la lucha por mantener viva y por mejorar nuestra voz, para darle una economía sana y una afluencia de material de la mejor calidad, para que recupere la función y la estatura que una vez tuvo y que estoy seguro puede volver a tener.

Editorial
Dr. Ruy Pérez Tamayo
Patología. Revista Latinoamericana, 1984
Vol. 22, pp. 1-6
Impreso en México

De esta manera podemos constatar que, efectivamente, nuestra Revista es el resultado de un proceso largo, de esfuerzos compartidos y de altas miras y de una clara visión. Quienes actualmente trabajamos en la edición de la misma nos sentimos orgullosos de nuestro pasado y hacemos votos por seguir bregando por el camino trazado. Mucho agradecemos la carta que el Dr. Víctor Argueta Secretario General de Sociedad Latinoamericana de Anatomía Patológica nos envía para participar en esta conmemoración y hacemos extensivo este agradecimiento a todos nuestros colaboradores, amigos y patrocinadores.

Pedro Valencia Mayoral
Editor