De amigo  a  amigo:

Tal vez escuches lo que digo y algo de lo que pienso…

Un día de principios de abril de 2021 falleció uno de los maestros más notables de la Patología Argentina. Nacido en Punta Alta (Provincia de Buenos Aires) y que entretanto se hizo colega de Juan Rosai, Allan Murray, L. AcKermann, Rafael Scuteri, etc., etc., etc.

Quizá no sería justo, pensar solo en su especialidad de Dermatopatólogo, de la que supo ser “Maestro”.

Debemos reconocer en él, fundamentalmente al brillante patólogo  sagaz del que hemos aprendido en cualquier rama de la llamada Patología quirúrgica.

En el Departamento de Patología, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires, fue desde ayudante hasta profesor Adjunto, Titular y Consulto.

Maestro de la Dermatología y de la Patología Argentina, fue Presidente de la Sociedad Argentina de Patología y consultor multilugar de Dermatopatología.

Los Hospitales Británico, Alemán y De Clínicas de Buenos Aires fueron altamente beneficiados por sus conocimientos.

Por supuesto, autor de múltiples trabajos científicos y libros, miembro de sociedades nacionales y extranjeras, presidente de congresos y reuniones, etc.

Si la Patología quirúrgica fue inventada por Juan Rosai, José Gabriel Casas le dio el valor agregado del  diagnóstico anatomo-clínico. Su presencia en cualquier ateneo estaba llena de interrogantes a resolver con sabiduría y humor, a lo que respondía con alocuciones memorables.

Ayer, la patología se oscureció por un instante.

Seguro que él ya comenzó a vivir con la pasión de siempre.

Muchos olvidos quedarán para nuevos recordatorios.

“Acaso el tiempo que camina triste  y remolón hoy y mañana nos permita para luego, y más tranquilo, poder recordar tantas mayores cosas de semejante personalidad”.

Gracias Gabriel.