Indizada en: Index Medicus Latinoamericano, LILACS.
Editada y publicada por Editores Latinoamericanos de Patología A.C.

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Intercambio de Opiniones

Periodicidad: continua
Editor: Mario Magaña
Abreviatura: Patologia Rev Latinoam
ISSN: 2395-9851
Indizada en: Index Medicus Latinoamericano, LILACS. 

 

          

 

Intercambio de Opiniones

Exchange of Opinions.

Patología Rev Latinoam 2025; 63: 1-5. | 8 de Diciembre de 2025


Mario Magaña

Edito de Patología Revista Latinoamericana


Recibido: diciembre 2025
Aceptado: diciembre 2025

Corrrespondencia:
Este artículo debe citarse como:

Magaa M. Intercambio de opiniones. Rev Latinoam 2025; 63: 1-5.

Esta nueva sección de Patología Revista Latinoamericana lleva el propósito de estimular a los colegas a emitir sus puntos de vista y precisamente sus opiniones ante temas de relevancia en nuestra práctica profesional cotidiana. 

En esta primera edición se ha invitado al Dr. Luis Muñoz Fernández con un tema que surgió de su interés personal; esperamos que resulte atractivo y convocamos a nuestros amables lectores a hacer el mismo ejercicio con otros tòpicos relevantes.

Editor Invitado:  Luis Muñoz Fernández
La pertinencia y utilidad de las descripciones microscópicas en los reportes o informes de patología: ¿debemos seguir redactándolas o es mejor suprimirlas?

Opinión de Mario Magaña

En mi opinión sí debemos los patólogos escribir la descripción microscópica (y también macroscópica brevemente). La cuál debe ser concisa y explícita, y precisamente señalando de manera clara los criterios que llevaron a ese diagnóstico. Señalar datos negativos no me parece pertinente, excepto cuando se está buscando tal o cual cambio; por ejemplo, urticaria crónica versus vasculitis urticariana, o algún tipo de dermatitis purpúrica versus vasculitis leucocitoclásica, es relevante señalar que no hay criterios para hacer el diagnóstico de vasculitis.

Otra condición muy frecuente en mi práctica es el diagnóstico de dermatitis espongiótica; en ocasiones la morfología sólo hasta allí nos permite llegar y es un diagnóstico microscópico válido, ya dependerá del clínico hacer su correlación, puesto que existen más de una docena de enfermedades cuyo sustrato microscópico es la espongiosis y no requiere mayor descripción.

Mario Magaña.
Patólogo y Dermatólogo.
Centro de Dermatología & Dermatopatología, CDMX.
www.dermatopatologia.mx

Opinión de Marco Antonio Rodríguez Florido

La descripción microscópica ha sido parte fundamental del cuerpo del reporte de patología y constituye un ejercicio clásico en la formación de residentes en anatomía patológica. Saber describir es un ejercicio básico de todo anatomopatólogo con el afán de integrar un diagnóstico que, hasta hace poco, era completamente morfológico. Como ejercicio formativo, no debe desaparecer, como parte de un reporte integrado, podría no ser necesaria en algunos casos.

Las piezas quirúrgicas y sus respectivos diagnósticos pueden dividirse en patología general y patología especial. La patología general puede incluir piezas quirúrgicas cuyo diagnóstico no requiere necesariamente de una descripción detallada, como las biopsias de cérvix o el apéndice con procesos inflamatorios; en estos casos, la descripción microscópica podría omitirse sin afectar la comprensión del caso y diagnóstico.

En la patología especial se incluyen especímenes con diagnóstico de cáncer o enfermedades que, por su naturaleza, requieren un complemento descriptivo. Tal es el caso de las glomerulopatías, hepatopatías congénitas, la patología del trasplante o la neuropatología por citar algunas. Si bien hoy existen “reportes estandarizados”, es igualmente cierto que en estos casos especiales se requiere una descripción minuciosa para el lector, casi siempre un médico experto en el área correspondiente que toma decisiones terapéuticas.

El texto en el apartado de descripción microscópica va dirigido a lectores particulares: el médico tratante —usualmente un subespecialista— que conoce el lenguaje microscópico y puede correlacionarlo con los hallazgos clínicos y de laboratorio; un perito en patología cuando el espécimen forma parte de un caso médico-legal; o un colega patólogo que funge como segundo revisor y a quien la descripción le permite entender el abordaje empleado por el primer observador. Es indudable que la descripción microscópica requiere tiempo, el cual podría utilizarse de manera más productiva en los casos cuyo diagnóstico no presenta mayor relevancia clínica. En los casos de patología especial, por supuesto, es pertinente y de gran utilidad incluir la descripción microscópica, ya que justifica el diagnóstico emitido. En algunas situaciones particulares, esta descripción puede sustituirse por un comentario robusto en torno al diagnóstico.

El patólogo, como cualquier otro médico, se enfrenta a casos en los que no tiene un diagnóstico claro o tiene incertidumbre diagnóstica. En esos escenarios, los patólogos de la vieja escuela solían recomendar: “si no sabes, describe minuciosamente”, ya que esa descripción detallada solía abrir el camino para alcanzar el diagnóstico mediante el estudio adecuado del caso.

En el ejercicio actual de la patología existen dos contextos: la patología pública y la patología privada. En la primera, el trabajo del anatomopatólogo es generalmente extenso y se ve sobrepasado por la cantidad de casos que deben revisarse. En este escenario, la descripción microscópica suele omitirse del reporte por razones de practicidad, rapidez diagnóstica y para disminuir la sobrecarga laboral en instituciones públicas. En la patología privada, en cambio, es habitual incluir la descripción microscópica como parte del cuerpo tradicional del informe. La norma oficial mexicana para laboratorios de patología, en su apartado 5 de disposiciones generales,  no establece la descripción microscópica como un elemento obligatorio, dejando a criterio del patólogo su inclusión o no.

En resumen, en los casos de patología especial es deseable incluir el apartado de descripción microscópica para transmitir de manera adecuada las características del caso a los lectores principales, especialmente al médico tratante, quien suele ser un subespecialista en el área correspondiente. En el ámbito académico, el ejercicio descriptivo para los anatomopatólogos en formación debería de ser una constante.

Marco Antonio Rodríguez Florido
Neuropatólogo
Hospital de especialidades, CMNSXXI, IMSS

https://orcid.org/0000-0003-4659-6324

Opinión de Guillermo Castellanos
La pertinencia y utilidad de las descripciones microscópicas en los reportes o informes de patología, ¿debemos seguir redactándola o es mejor suprimirla?

Durante mi residencia en anatomía patológica (AP) justo al finalizar el siglo XX, aprendí de una gran maestra mía que las descripciones microscópicas (DM) eran “elemento esencial en los informes de patología de biopsias hepáticas, renales y de médula ósea, además de ser una costumbre en los laboratorios de patología pediátrica”. Durante los 25 años siguientes que he practicado profesionalmente la AP asumí ese dictamen con muy pocos cuestionamientos, aunque refinando un poco la encomienda, lo que describiré brevemente al final. Por lo pronto, este Intercambio de Opiniones me ha permitido revisar las recomendaciones actuales respecto de las DM en algunos textos reconocidos o canónicos sobre patología quirúrgica (PQx) y otras fuentes disponibles.

La última edición de Rosai & Ackerman’s Surgical Pathology (Elsevier, 11th ed. 2018) no contiene un apartado específico para la DM, pues tristemente se ha eliminado el excelente capítulo “El Informe de Patología Quirúrgica” que sí está presente en ediciones pasadas del mismo texto (Mosby, 9th ed; 2004), en donde los autores señalan que la DM “es un elemento opcional y en muchos casos innecesario. Si se incluye, debe ser corto y conciso. El cirujano usualmente no está interesado en saber si el nucleolo es acidófilo, basófilo o anfófilo, sino lo que eso significa, en cualquier caso; si algún patólogo está interesado en ese punto, probablemente le gustaría revisar por sí mismo la laminilla”. No hay más análisis ni existe en ese apartado una referencia para ser consultada.

Las dos ediciones que consulté de Mills SE et al, Stermberg’s Surgical Pathology (Lippincott Williams & Wilkins, 4th ed. 2004 y Wolters Kluwer, 6th ed. 2015) no contienen un apartado especial para la DM.

El excelente Manual of Surgical Pathology (Elsevier, 3rd ed. 2010) de Lester SC, dedica algunas líneas a la DM en el capítulo “El Informe de Patología Quirúrgica: de la laminilla al diagnóstico final” que establecen: “…se añade cuando es apropiado (enfermedades o tumores inusuales). La DM no es necesaria en todos los especímenes si se ofrece la información importante en el diagnóstico”. Tampoco existe en ese párrafo una referencia para ser consultada.

Rekhtman N y Bishop JA en su Quick Reference Handbook for Surgical Pathologist (Springer, 2011), así como Weedman D. en The Practice of Surgical Pathology (Springer, 2008) tampoco comentan detalles sobre la DM.

Con el afán de ampliar la búsqueda, consulté dos textos conocidos de citopatología: Kini SR, Color Atlas of Differential Diagnosis in Exfoliative and Aspiration Cytopathology (Wolters Kluwer 2nd ed. 2011) y Atkinson BF, Silverman JF, Atlas of Difficult Diagnoses in Cytopathology (WB Saunders 1998). No existen recomendaciones sobre DM en estos ejemplares. 

Finalmente, aunque ya no en textos de PQx, di con las guías que proponen Goldsmith et al 

(Goldsmith JD, Siegal GP, Suster S, Wheeler TM, Brown RW. Reporting guidelines for clinical laboratory reports in surgical pathology. Arch Pathol Lab Med. 2008;132(10):1608-16. doi: 10.5858/2008-132-1608-RGFCLR. PMID: 18834219). Los autores declaran: “…en la era moderna de laboratorios de PQx de gran volumen, la DM comienza a ser menos común. Debido a que este apartado del informe ofrece poco para asistir a los lectores en la interpretación del impacto clínico del diagnóstico, esta sección es opcional”. 

Existe también la norma oficial mexicana NOM-037-SSA3-2016 Para la organización y funcionamiento de los laboratorios de anatomía patológica (https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/512078/NOM-037-SSA3-2016.pdf) que establece brevemente: “el informe anatomopatológico debe contener además descripción macroscópica y resultado; en su caso, relación de cortes”. No se alude a la DM en todo el documento. 

De acuerdo a la revisión anterior parece que la DM es un elemento opcional o innecesario y en la mayoría de las publicaciones consultadas, es hasta ignorado. 

Mi práctica personal, partiendo de lo que aprendí en la residencia como usos y costumbres, complementado por excelentes recomendaciones objetivas especializadas (Ortiz-Hidalgo C, Delgado-Soler L, Lara-Torres C. Interpretación de la biopsia de médula ósea: el informe histopatológico básico, actualizado. Patología Rev Latinoam. 2017;55(1):52-73. Leh S, Dendooven A. Systematic reporting of medical kidney biopsies. Clin Kidney J. 2021 Jul 23;15(1):21-30. doi: 10.1093/ckj/sfab140. PMID: 35035933; PMCID: PMC8757430. Ronquillo N, Garcia-Buitrago MT. Decoding liver biopsies: a pattern-based approach. Diagnostic Histopathology, 2025; 31(6): 325-339. https://doi.org/10.1016/j.mpdhp.2025.03.010) es la siguiente: incluyo la DM de manera rutinaria en todas las biopsias hepáticas, renales y de médula ósea de mi práctica en la medicina institucional. Creo que en estas instancias, la DM proporciona a mis colegas clínicos información adicional al diagnóstico que puede serles de utilidad (número y aspecto de espacios porta afectados, número y características de los glomérulos anormales, proporciones y alteraciones en las diferentes series hematopoyéticas etc). Por otra parte, y es este punto el que me parece más sobresaliente, incluyo la DM en los informes de PQx en donde debo destacar un cambio microscópico importante que complementa el diagnóstico, o contrariamente, cuando me resulta complicado establecer un diagnóstico preciso debido a lo escaso o mal tratado del material, cuando existen hallazgos inespecíficos o cambios mínimos no diagnósticos, inconsistencia o divergencia con la correlación clínica y/o hallazgos poco concluyentes. Todo esto con la intención de explicar la ausencia de una conclusión diagnóstica, o de un diagnóstico que puede tener muy poco que ver o nada con el contexto clínico. De manera opcional, dependiendo de las circunstancias, esto mismo puede ser explicado en un Comentario después del diagnóstico, en donde destaco el o los hallazgos microscópicos discutibles o cuestionables y la razón de mencionarlos. Finalmente, la situación más arbitraria: incluyo una DM en todo informe de PQx de mi práctica privada, atendiendo a los usos y costumbres

No puedo omitir decir que en cualquiera de los casos anteriores, ya sea la DM y/o el Comentario en relación a los hallazgos microscópicos, estos deben ser breves, concisos, coherentes con el diagnóstico final y sobre todo, deben aportar información relevante para el diagnóstico o la ausencia de este. 

En conclusión: parece ser que la DM en los informes de PQx es un elemento opcional y hasta prescindible. De estar presente, su objetivo será fundamentar o complementar el diagnóstico con información útil, tal es el caso las biopsias renales, hepáticas o de médula ósea. En casos en los que el diagnóstico o la correlación clínico-patológica sean discordantes, limitados o controvertidos, la DM podría ayudar a explicar las razones de estas discordancias.

Guillermo Castellanos.
Laboratorio de Anatomía Patológica. Hospital de Especialidades, CMNSXXI, IMSS. CDMX
Facultad de Medicina, UNAM. CDMX.

Opinión de Luis Muñoz

Es llamativo que las descripciones microscópicas suelen omitirse con algunas excepciones en la mayoría de los reportes o informes de patología de los hospitales públicos, en contraste con lo que ocurre en los reportes que se elaboran en los laboratorios de los hospitales privados. En mi opinión, no debería haber diferencias entre los dos tipos de reportes y en ambos se debe incluir una descripción microscópica que justifique el diagnóstico que se pone al final, incluso si ese diagnóstico no es de certeza, sino de compatibilidad o sugestivo de alguna entidad. 

He escuchado que la omisión de la descripción microscópica se justifica “porque los médicos tratantes no la leen y menos la entienden”. Esa justificación me parece errónea porque el destinatario de esa descripción es el propio médico anatomopatólogo quien, a través de esa descripción, expone abiertamente los argumentos que dan sustento a su diagnóstico. 

Una ampliación de lo anterior se puede leer en la Carta al Editor que escribí en Patología. Revista Latinoamericana en 2023:

Luis Muñoz Fernández
Labopat Aguascalientes, Aguascalientes
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