En Latinoamérica se publican acreditadas revistas médicas de interés general, algunas dedicadas a ciertas especialidades, pero ninguna a la Anatomía Patológica. Por ello, en la Tercera Sesión de Negocios del Primer Congreso Latinoamericano de Anatomía Patológica, reunido en la Escuela de Medicina de la Ciudad Universitaria de México el 16 de diciembre de 1955, se acordó la creación de una publicación con el nombre de Revista Latinoamericana de Anatomía Patológica, que sería el órgano oficial de la recién constituida Sociedad.

Para el cumplimiento de este propósito, que nos ha sido encomendado, el plan trazado es amplio, ambicioso y de largo alcance. Lo modesto de esta iniciación no debe parecernos desalentador sino contrariamente hemos de considerarlo y habrá de ser el mejor aliciente para la consecución de los fines que nos propusimos en las memorables jornadas de México; se precisa de cada uno de nosotros toda nuestra colaboración sin restricción alguna. Si en aquella ocasión unos pocos tuvimos el honroso privilegio de votar por la creación de nuestra Revista, ahora ante la tarea ya comenzada, nos atañe directamente a todos los Anatomopatólogos latinoamericanos, la responsabilidad de su aparición regular y de su valorización ante el mundo médico y esto, repetimos, no podrá adelantarse, sino únicamente con el aporte de cada uno de nosotros.

La Revista Latinoamericana de Anatomía Patológica viene a continuar el camino iniciado por su digna predecesora, La Revista Sudamericana de Morfología, fundada en 1943 y mantenida a través de 10 volúmenes por sus fundadores Andrés Bianchi, M. de Freitas Amorim y Ernesto Herzog, a cuyos esfuerzos se debe que la Anatomía Patológica latinoamericana haya tenido el reconocimiento del mundo científico, acreditándose estos pioneros una meritísima labor digna de toda nuestra admiración.

Es propicia esta ocasión para recordar que fueron Bianchi, de Freitas Amorim y Herzog los que cimentaron las bases en las que nos hemos apoyado para hacer una realidad la Sociedad Latinoamericana de Anatomía Patológica, hecho éste por sí solo de inusitada trascendencia en los anales de la Medicina de nuestras patrias.

A esta trilogía de nombres es menester agregar el de Isaac Costero, a cuyo dinamismo y decisión se debe la cristalización de un anhelo común con la realización del Congreso en México y el establecimiento del Centro Informativo.

En nuestras páginas tendrán cabida aquellos trabajos de investigación en el campo de la Patología. Bien sabemos que dentro de este amplio enunciado encuadran casi por entero todas las ramas de la Medicina. Tendrán preferencia, sin embrago, las publicaciones dedicadas a la Morfología y las de carácter Clínico-Patológicas, sin desechar por ello las que versen sobre Microbiología y Parasitología Médicas, Bioquímica y otras ciencias afines, las cuales al complementar la Anatomía Patológica le proporcionan a la vez mayor elasticidad, amplían su campo de acción y la hacen más atractiva para los médicos dedicados a otras disciplinas.

Con estas normas pensamos que se contribuye a que desaparezca el concepto erróneo y arcaico que todavía priva en ciertos medios, cual es el de considerar a nuestra especialidad como “ciencia dinámica”, “ciencia formalizada encerrada en tarros de museo”.

Aspiramos a que nuestra Revista fundamentalmente sea un factor de progreso de las Ciencias Médicas y que su acción divulgadora conduzca a otras formas de justipreciar nuestra especialidad, presentándola a los médicos –quienes no siempre la utilizan en provecho del paciente– no como la ciencia de cadáveres, de la muerte, sino como la ciencia de la vida y como algo inherente e indispensable al arte de prevenir y curar las enfermedades.

Una de las secciones de la Revista está dedicada a publicar resúmenes de la literatura anatomopatológica, en especial de aquella que aparezca en las revistas latinoamericanas o en los idiomas menos conocidos entre nosotros. Los extractos de la literatura, preparados y analizados con sentido crítico, revisten enorme importancia para muchos lectores, cuya principal dificultad para obtener una adecuada información bibliográfica reside a veces en la falta de tiempo o en la imposibilidad de tener a mano muchas publicaciones.

Procuraremos que las noticias acerca de reuniones y congresos no falten en sus páginas, para mantenernos así al corriente de las actividades de nuestros colegas en otras latitudes.

Con fe en el grupo que integramos en esta parte del Nuevo Mundo, con pleno conocimiento de la misión a cumplir y con el optimismo que inspiran las causas justas y de progreso, asistimos al nacimiento de la Revista Latinoamericana de Anatomía Patológica.

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